martes, 27 de octubre de 2009


Dentro del placard, en el escritorio de hacer cuentas y recibir llamados, arriba de todo, sobre las cajas de ovillos de todos los colores y agujas de todos los grosores, detrás de almohadones desinflados y retazos de vestidos desteñidos, a lado izquierdo de frasquitos y demases que no vale la pena detallar, dormía en secreto una perla. En una preciosa caja, forrada en papel de agradable textura y ruborizado color carne, cientos de cartas, metódicamente dispuestas por fecha de envío, contaban una historia de meses de distancia de mediados de siglo. Papel de avión crocante color nacarado y el perfume seco de una ansiosa espera se conservaban en perfecto estado. Manuscritos de precisión tipográfica puntillosa, detallaban técnica y disciplina de una educación exigente. Ni una mancha. La tinta fluía, cuidadosa, por la hoja delgada con glamorosa redondez y una línea horizontal de inalterable permanencia y elegantes modos en las formas.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

hay que decifrar el mensaje

????
plop¡¡¡

Anónimo dijo...

hey, no tiene algo de la monroe... ja, y con el mate...

Anónimo dijo...

monrou si viviera en estos años.................... a marilin le entrocomo a un zapallo.......... a ella con muchio respeto no le entro ni a palo jajajjaja

Anónimo dijo...

mmmmmmm monrou polvo de estrellas




Flacko spinetta

Anónimo dijo...

buenismo ¡¡¡ texto