martes, 9 de diciembre de 2008

"umano_1"


umano umano...

El umano se levantó y sus manos estaban quebradas; la dentadura fría. Llegó al baño a duras penas. Se miró al espejo y un ojo se desprendió cayendo en el lavabo resbaloso. Lo agarró de apuro entre los dedos y fue al fondo. Se prepararía un café y saldría al nuevo día. Al llegar, su perro dormía en el piso y lo desconoció y le mordió en la cabeza duramente. Sin ojo ni oreja devoró aquel café. Las hemorragias le habían abierto el hambre. Fue al frente, hasta la bicicleta y se montó. Al primer pedalazo sus tobillos se abrieron al medio quedando inservibles. Bajó y cruzó la calle como pudo. Iba lento, dolido. Cruzaba un motor que lo tocó en el pecho, desuniendo sus miembros todos. En su rostro había enojo y dolor y un fuego tremendo. Brillaba. Arrastró lo que quedaba de humanidad, que era todo. ¡Todo! En el trayecto fue perdiendo el resto; el roce era tanto que fue comiendo su cuerpo como una lija. Los pájaros rojos –de rapiña- lo rodearon y le fueron comiendo el lomo, las orejas y su boca, sus pómulos. El umano llegó deshecho, era una miga, una pena. Llegó. Golpeó la puerta y esperó. Ella salió y lo miró hacia abajo. Él se irguió como pudo y tomó en su cuerpo su mano. -¡Te amo!- le dijo. Y su cuerpo se convirtió en gota simple, en látigo de felicidad

Rogter Pietrovitch


"recyclator"





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